Líder Silencioso: La Informática en Uruguay
Condensado de artículo de “La Diaria”,
por Ana Asuaga, María Laura Bermúdez y Ulises Travieso.
Uruguay es el primer exportador, en términos per cápita, de software y servicios informáticos de América Latina y el tercero en términos absolutos. El sector aporta al país más de 300 millones de dólares, genera más de 16.000 puestos de trabajo y tiene un porcentaje de desocupación negativo. Todos estos logros no son obra de la casualidad, sino de una apuesta del país y un crecimiento continuo que van a cumplir medio siglo.
Cuando solo era computación
Entre 1968 y 1969 se creó la primera carrera universitaria de computación. La Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Udelar) compró e instaló la primera computadora, cuyo uso fue fundamentalmente en la enseñanza, aunque también fue aplicada para los primeros procesamientos de interés del país, como los censos nacionales de la época. No se hablaba de “informática”, sino de “computación”.
La creación de la carrera de “computador universitario” y el interés creciente de los ingenieros eléctricos de la Udelar en la computación pueden considerarse pilares en el desarrollo de la computación académica en el país.
En octubre de 1986, se creó el Programa de Desarrollo de Ciencias Básicas: Pedeciba, fruto del trabajo de un grupo de científicos y profesionales con el apoyo del licenciado en Biología Braulio Miranda, por un convenio entre el Ministerio de Educación y Cultura y la Udelar, con la activa participación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Fue particularmente importante la inclusión de la disciplina como una de las ciencias básicas del programa. Esto se debió a la visión de algunos informáticos y a la generosidad de los científicos de áreas más tradicionales -matemática, física, biología y química-, que aceptaron y promovieron la inclusión de esta incipiente disciplina.
Más allá de la academia, la industria
La otra cara de la producción académica, la industrial, representada por la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), permitió que se llegara a cifras de exportaciones muy significativas.
El temprano surgimiento de la formación académica en el área de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la puesta en marcha de centros de desarrollo en grandes empresas y la generación de líderes empresariales -que dado el limitado mercado local debieron rápidamente buscar nuevos mercados para sus emprendimientos- posibilitaron el surgimiento de capacidades profesionales y empresas desarrolladoras de tecnologías competitivas internacionalmente, que hoy conforman el tejido empresarial del sector, y que lograron aprovechar la “escala Uruguay” para la implementación e implantación de sus soluciones, a la postre globales.
Los egresados de las primeras carreras universitarias de la Facultad de Ingeniería de la Udelar vinculadas al área -en particular, computadores universitarios, ingenieros eléctricos e ingenieros de sistemas- fueron los pioneros en la instalación de empresas que continúan siendo exitosas. A partir de finales de la década de 1980, la industria del sector consiguió una temprana internacionalización respecto de los demás países de la región.
Este importante desarrollo industrial del país no habría tenido lugar sin la temprana y continua dedicación de la academia al desarrollo de la ciencia informática, lo que demostró el acierto de las palabras del primer director del Pedeciba, el Dr. Roberto Caldeyro Barcia: “Sin ciencia básica no hay innovación, ni tecnología, ni industria, fundamentales para el desarrollo del país”.